sábado, 22 de marzo de 2008

23 de Enero, días bajo un puente

El despertar fue bastante molesto, ¡VOLVIERON A APARECER NUESTROS AMIGOS TABANOS! Su sonido característico fue lo primero que sentimos en la mañana. Salimos de la carpa y nos dirigimos al lago. Por fin nos pudimos duchar, el agua quemaba de lo helada que estaba pero bañarse era urgente a esta altura. Los niños que habíamos conocido el día anterior, se fueron muy temprano en la mañana.
Decidimos con nuestros amigos pescadores quedarnos y hacer un asado por lo que nosotras fuimos a Chaiten a comprar las cosas y así aprovechamos de hablar con nuestras familias y tres de nosotras con sus respectivos novios. Hicimos dedo de ida y a la vuelta con toda la carga a nuestras espaldas tuvimos que caminar bajo el sol que más que del sur parecía ser del sofocante Santiago. Llegamos tarde pero el ánimo y las ganas de comer algo distinto a tallarines y arroz nos hicieron olvidar el calor y el cansancio. Todo hubiese sido perfecto sin la aparición de un centenar de zancudos que se ensañaron con nosotras. Y así pasaron 3 días en Yelcho sin ninguna comodidad, pero un lugar tranquilo, bajo un puente para dormir y un lindo, pero frío río para bañarnos. Decidimos
partir al dia siguiente y vimos un pequeño, pero odiado ser
por algunas ¡¡¡¡UN RATÓN!!!!... de cola larga. Tenemos que reconocer que más que el susto por la carencia de belleza de este diminuto ser, temimos por el tan conocido HANTA, la más preocupada era Alita, y por el dia entero la paranoia se apoderó de nosotras. Esperamos no habernos enfermado.

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